¡No sin él!

admin Uncategorized marzo 14, 2020

¡No sin él!

Cada día, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS).

Las ITS son enfermedades producidas por bacterias, virus, protozoos y ectoparásitos que se propagan predominantemente por via sexual, incluidos el sexo vaginal, oral, anal o del contacto directo con piel o mucosas. Algunas de ellas pueden transmitirse a través de la sangre o de la madre al hijo durante el embarazo o el parto.

En la mayoría de los casos, las ITS son asintomáticas o se acompañan de síntomas leves que no siempre permiten diagnosticar la enfermedad. Un diagnóstico rápido y preciso es la clave para la instauración de un tratamiento dirigido adecuado para la disminución de la diseminación de estas patologías entre población de elevado riesgo.

 

Estas epidemias tienen un impacto profundo en la salud y la vida de los niños, los adolescentes y los adultos de todo el mundo:

 

  • Muertes fetales y neonatales: la sífilis en el embarazo provoca mas de 300.000 muertes fetales y neonatales por año y expone a 215.000 niños a un mayor riesgo de muerte prematura;
  • Cáncer cervicouterino: la infección por el virus del papiloma humano es responsable de unos 530.000 casos de cáncer cervicouterino y de 264.000 muertes por dicha enfermedad cada año;
  • Infertilidad: las ITS como la gonorrea y la clamidiasis, son importantes causas de infertilidad en el mundo;
  • Riesgo de VIH: la presencia de una ITS, como la sífilis, la gonorrea o la infección por el virus del herpes simple, aumenta de dos a tres veces el riesgo de contraer o transmitir la infección por VIH;
  • Las consecuencias físicas, psicológicas y sociales de las ITS comprometen gravemente la calidad de vida de las personas infectadas.

 

El consejo preventivo debe ser integral e individualizado. Las intervenciones de asesoramiento y enfoques conductuales representan la prevención primaria contra las ITS, incluido el VIH. Estas intervenciones incluyen:

  • Educación sexual, antes y después de las pruebas de ITS y VIH.
  • Asesoramiento sobre prácticas sexuales más seguras y reducción de riesgos.
  • Promoción del uso del preservativo en todas las prácticas sexuales.
  • Intervenciones dirigidas a grupos de pblación claves, incluidos trabajadores sexuales, homosexuales y consumidores de drogas.
  • Asesoramiento y educación sexual adaptados a los adolescentes.

 

El uso sistemático del preservativo es uno de los métodos de protección más eficaces contra las ITS, incluido el VIH. Además, la educación sanitaria puede mejorar la capacidad de las personas para reconocer los síntomas de las ITS, con lo que aumentarán las probabilidades de que soliciten atención sanitaria y recomienden a sus parejas sexuales hacerlo. Lamentablemente, la falta de disponibilidad de pruebas diagnósticas adecuadas y el arraigado estigma generalizado en torno a las ITS, siguen dificultando el control de estas patologías.

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